La conexión con el universo nos lleva a desplegar nuestro pleno potencial y hace visible nuestra misión de vida

¡Hola! Soy Mercè y aquí te cuento mi historia.

Soy payasa. Nací así. Aunque después me formé.

Y soy astróloga. También nací así. Y también me formé.

Nací en el invierno del verano del amor. En el 67 del siglo pasado… ¡Y parece que hace un siglo, casi! 

Me gusta decir – y es verdad – que he vivido muchas vidas en esta vida.

Recuerdo mi infancia de manera bien especial: por un lado estaba el franquismo, que lo recuerdo de color gris y con olor a moho y a rancio, y por otro lado estaba mi mundo.

Mi familia, los amigos de mi familia, la escuela… todo un universo de colores que me daba mucha alegría y fantasía. Un ambiente progresista que, en ese contexto histórico, puedo decir que fue un gran regalo y un privilegio. Mis padres, muy implicados socialmente, creían y obraban por un mundo mejor, y me dieron todo lo que estuvo en sus manos para que tuviera la mejor educación en ese sentido.

Me crié de manera libre y muy, muy creativa. Y así soy.

Pero también una infancia con puntos negros que me han marcado para toda la vida. La separación de mis padres fue en una época en que era algo excepcional, raro y además casi prohibido. Y fue muy traumática para mí. Mis padres no supieron gestionarlo en absoluto, y fui la moneda de cambio de su “guerra”. He pasado casi toda la vida en terapia por esa infancia, con las consecuencias posteriores en mi adolescencia y juventud.

Mercè Cando Soler
Mercè Cando Soler

Siempre fui un bicho raro, incluso viniendo de ese ambiente progresista y libre, pues hice cosas fuera de lo que se esperaba de mí en mi contexto.

Visto en perspectiva, creo que fui una “outsider” por la necesidad de encontrar algo de amor en contextos bien distintos del mío, donde me había sentido tan poco amada…

Fui punk en mi adolescencia, madre muy joven (a los 19 años), trabajé en una Biblioteca Nacional, viví los años espléndidos del mestizaje barcelonés, fui clown, trabajando en una compañía de teatro y después fundando mi propia asociación de Clowns de Hospital.

Nací y viví en Barcelona hasta mis 38 años… hasta que el destino me llevó a tierras de la provincia de Girona, un sueño de infancia que nunca pensé que cumpliría – y que llegó sin anunciar, de manera suave y fluida, y también muy divertida. Desde el momento que dejé mi ciudad natal parecía que no encontraba mi sitio: viví en una masía cerca de Girona, después 3 años en Formentera, de vuelta unos meses a Barcelona, luego en distintos pueblos del Baix Empordà… Es como si mis raíces no sabían dónde volver a ponerse después de haber dejado mi lugar de nacimiento – y la ciudad y el entorno que me habían hecho la persona que era.

Empecé a formarme en algunas terapias, siempre desde el descubrimiento personal, una búsqueda para mi propia sanación, sin el propósito de dedicarme profesionalmente a ellas… hasta que ya fue inevitable.

Esta es mi formación

Astrología

Un curso de astrología básica con Irene F. un curso de astrología esotérica y también muchísima formación autodidacta y práctica desde el año 1989.

Teatro

Con Gog y Magog, Caroline Dream, Fernando Grifell y Peter Gaddish desde el año 1993

Clown y técnicas circenses

Con mi gran maestro Eric de Bont y Virginia Imaz, Pepa Plana, Joseph Collard, Théatre Organic, Christian Atanasiu, Moshe Cohen, Nola Rae, Guga y Anne Morin a partir de 1999

Risoterapia

En 1999.

Facioterapia

Con el Profesor Dr. Bui Quoc Chau. Justo antes de dejar Barcelona colaboré en la organización de sus cursos, adquiriendo los conocimientos de la Facioterapia para mi uso también. En el año 2003.

Maestría de Reiki Unitario & Reiki Lunar

En 2012.

Moonmother

Con Miranda Gray. Adquirí todas las formaciones posibles con ella, siendo después organizadora de sus talleres y también coordinadora de la Womb Blessing en España a partir de 2013

Maestría en Cristales Etéricos Atlantes

En 2017.

Maestría en Registros Akáshicos

En 2017.

En 1997 sucede algo importantísimo en mi vida: muere mi madre.

Una mujer joven y vital (56 años) que es un gran referente para mí – bueno, en realidad para muchas personas, mi madre fue una gran persona – , de un cáncer galopante que no le da (ni a ella ni a sus seres queridos) la posibilidad de hacer el proceso de adaptación a la posibilidad de la muerte…

Fue un golpe fuerte. Que me hace ver con claridad diáfana que la vida son realmente cuatro días y que más vale ser feliz con lo que hacemos.

Y lo digo a mi hija y ella, con sus 10 años, me dice:

“Mama, hay que ser feliz.
Haz lo que te gusta, yo te apoyo, ya nos arreglaremos.”

Ahí decido dedicarme al clown. Profesionalmente, quiero decir.

Después de varios años de formaciones y actuaciones confirmo que sí, que lo mío es el clown. Viendo como son las cosas en el mundo artístico, y como madre sola y joven, decido formarme luego en monitora de Risoterapia para tener alguna formación extra que me aporte dinero – las artes escénicas son muy bonitas vistas desde fuera, pero vivir de ellas en este país es un esfuerzo titánico, por lo menos lo era para mí.

Y bueno, por medio, algunos pinitos en danza contemporánea y danza oriental. Mi luna en Géminis pidiendo variedad y movimiento, jejeje.

Como te dije antes, a partir de trabajar como clown en un Hospital y viendo las necesidades no atendidas allí, creo mi propia asociación de payasos de hospital, HOSPICLOWNS. Fueron unos años muy intensos para mí, en todos los sentidos. Y después de tiempo de lucha para que la asociación tire adelante, me voy de Barcelona. A la provincia de Girona, algo deseado hacía un tiempo. Sigo haciendo algunos espectáculos de clown, pero aquí la cosa cae estrepitosamente.
Si ya era complicado en mi ciudad, en un lugar nuevo resulta más complicado todavía.

Y llega mi etapa como terapeuta

Mirando atrás, veo que pasé unos años de búsqueda constante, porque andaba de crisis en crisis (de salud, de vida…), siempre con el espíritu positivo de salir adelante pero con cuestiones importantes que resolver y que me condicionaban de manera negativa. Y en esa búsqueda personal terminé ayudando a los demás.

En el momento en que empecé a ofrecer mis conocimientos, me di cuenta de lo eclécticos que son… de que “soy” muchas cosas (astróloga, Moon Mother, maestra de Registros akáshicos, clown, risoterapeuta, organizadora de talleres, tallerista… ¡seguro que me olvido de algo!).

Y hace poco recuperé una sensación que tenía desde mi adolescencia, que siempre me pareció un defecto y he podido convertirlo en virtud: me siento Renacentista. Soy Renacentista. Amo un montón de cosas, y todas a fondo.

terapias

Amo conectar lo que aparentemente no lo está.
Lo profundo y lo superficial.
Lo espiritual y lo banal.
Lo mundano y lo etérico.
Política y espiritualidad.
Discurso y silencio.
Modernidad y ancestralidad.

Hace años me dijo una mujer a la que ayudé en su proceso de autoconocimiento: “eres una partera de almas”. Y sí, me veo así.

Ayudo a las Almas a nacer.
A renacer. A SER, en mayúsculas.
A verse en su autenticidad, en su Verdad, única, preciosa, inimitable, indispensable.
A verlas de todos los lados, espacios y tiempos.
Cuánticamente. Superficialmente, profundamente, espiritualmente, humanamente.

El 2020 fue un año tremendo para mí:

lo empecé en el Caribe, adonde fui dos meses a visitar a mi hija y a acompañarla en su última etapa de embarazo y en su parto. Ser abuela es algo impresionante. Pero no solo eso. 2020 es probablemente el año más famoso de la historia moderna – aparte de 2001.

Al volver del Caribe me quedé sin trabajo, sin ingresos… sin apenas posibilidades de salir adelante. Mi maestra Miranda Gray canceló todos sus cursos – que yo me dedicaba a organizar y suponían un aporte importante de ingresos para mí. Y la pandemia y todo lo demás… Me volqué en las redes, de manera autodidacta y dando palos de ciego. 

Pero un día vi una publicación en Instagram de una amiga, hablando de astrología… ¡y vi que no tenía ni idea de lo que estaba diciendo!

Ahí me di cuenta de que necesitaba dar un paso al frente y darme a conocer. Hasta ese momento, (y a causa también de mis problemas de autoestima) me había creído demasiado “poco buena” para decir la mía.

Porque me había formado “solo un poco” en astrología: un curso de astrología básica con Irene F. y un curso de astrología esotérica, pero hacía muchos años. Y también muchísima formación autodidacta y práctica desde el año 89.

Te cuento algo muy curioso:

Creo que fue en el año 92, el papá de una amiga de mi hija con quien congeniamos enseguida (un Sagitario como yo), me enseñó unos libros de astrología que tenía…

¡Me saltó el corazón!

Eran los libros de la editorial Urano que yo quería tener pero mi economía en ese momento no me lo permitía. Él me dijo que me los podía dejar porque él no estaba comprendiendo nada. En el momento de devolvérselos me preguntó:

“¿Entendiste algo? Porque yo no entiendo ni jota.”

Y yo le respondí: ¡Claro que sí! ¡Estaba deseando como loca poder leer estos libros para complementar mis conocimientos de astrología!”

Entonces él me dijo: ”Pues son tuyos. Seguro que tú les vas a dar un mejor uso que yo, que no los comprendo”.

Ahí sentí que era claro que eso era para mí, que el Universo había puesto a esa persona para que yo pudiera tener esos libros y formarme más a fondo. Hubo una segunda tanda de libros, ¡hizo lo mismo por segunda vez!

Una señal impresionante del Universo diciéndome: “esta eres tú. Tú eres astróloga. Aquí tienes herramientas para que puedas cultivarte”.

Pero bueno, esa formación igualmente me parecía poco, o al menos no suficiente para darme a conocer. Ya te dije antes que mi autoestima… pues andaba bastante por los suelos.
Ha sido mi gran tema a lo largo de mi vida.

Lo que te decía antes sobre esa publicación en Instagram: ahí vi que, si otra persona no tenía vergüenza de decir una barbaridad en redes, yo podía ofrecer mis conocimientos, ¡que no eran pocos!

Y me lancé.
Y empecé a sentirme bien en mi piel y en esa parte de mi ser.

Desde Instagram principalmente, empecé a hacer oír mi voz en sesiones en directo, en Zoom… Empecé a aplicar ¡por fin! mis conocimientos de autoestima y valor personal hacia mí misma. Todo lo que estuve pasando en 2020 me llevó al límite y me dije:

“Yo valgo. Valgo mucho. Sé mucho. El mundo quiere oír lo que tengo por dar”.

Y tengo que añadir que, también en 2020, a finales del año, conocí la economía circular, un espacio no tan solo económico, sino también de desarrollo personal, que me dio y me sigue dando un gran apoyo a nivel personal, a nivel evolutivo, un colectivo desde donde puedo construir mi vida, mis sueños y al mismo tiempo acompañar a los demás a construir los suyos.

Se corrió la voz y la gente fue pidiendo mis servicios.

Y hasta hoy, encontrando mi voz única, que la traigo aquí:

todo lo que he ido adquiriendo a lo largo de mi vida, todos mis intereses acerca del mundo y todas sus variedades y posibilidades (culturas, civilizaciones, visiones…) al servicio de este momento único de la Humanidad.

Acompañando a las almas a encontrar su voz, su lugar, su manera, su verdad, en este momento maravilloso y extraño que estamos viviendo.

Viendo que, desde mis conocimientos y mi conexión con las fuerzas del Cosmos (desde la astrología y la canalización) puedo ver cuál es la verdadera esencia de cada alma, ayudo a las personas a que puedan verse desde otra perspectiva, desde su auténtico ser, sin egos, sin limitaciones, sin miedos…

Soy rara, lo sé. Y ahora lo digo con orgullo. Porque mi rareza tiene tesoros impresionantes para ofrecer al mundo. A ti. A mí. A muchas Almas esperando renacer para ofrecer también sus dones. Ahí te acompaño. Ah! Y con humor, mucho humor.

Déjame guiarte a ver la grandeza que eres.

Te doy herramientas concretas y realistas para vivirte en todo tu esplendor.

Te aporto una visión global de todas tus capacidades y virtudes.

Te doy una visión desde otra perspectiva, para que puedas salir de tu zona de confort y atreverte a vivir tu máximo potencial.

Te ayudo a obtener esa paz interior que tanto anhelas.

Junt@s abriremos posibilidades que no contemplabas y daremos un enfoque positivo a tu vida y a tu personalidad.

Mi propósito

Ofrecer un viaje personal profundo para que cada persona pueda desplegar su máximo potencial en esta Nueva Humanidad. Mi misión es acompañar en la apertura de conciencia colectiva.

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